Soy hija de la naturaleza,
hija de la madre tierra. Hermana de los océanos, hermana del verde prado, de la
selva exótica, de los bosques antaño arboles altos, floreados y afrutados,
ahora solo sus raíces mueren envejecidas bajo tierra, bajo las ciudades que los
humanos han creado y poco a poco están acabando con todo aquello que amo. Mi familia
dormía de día y de noche, ahora solo se agazapan en un rincón, escondidos pero
siempre alerta de los estragos pasajeros, de la rabia humana en cazar, matar,
destrozar y arruinar el hermoso mundo que antes éramos. Mis sobrinos, mis seres
vivos son soltados, perseguidos hasta el final de los tiempos y torturados
cruelmente, algunos por suerte respiran su último aliento y caen inertes en los
brazos de mi madre tras recibir la muerte dada por aquellos que se han
convertido en nuestros enemigos íntimos.
Cazador te acecho, te
persigo y en tus sueños me verás, me vengaré de tu matanza y te daré muerte de la
misma forma que tú has sentenciado a mi pequeño, débil y perfecto clan de seres
vivos. Solo espera, camina atento mientras poco a poco me meto en tu cabeza, te
molesto como avispa a la miel, te incordio hasta la locura y te tengo. Tú solo serás
el primero, el número uno de una larga lista de asesinos como tú.
Todos moriréis, no habrá
piedad, mi madre arremeterá con cada uno de vosotros utilizando vuestro propio
mundo, allí donde dormís, allí donde acampáis, allí donde pescáis, allí donde
os bañáis, allí donde jugáis, allí donde os curáis, allí donde amáis, allí
donde vivís…
Allí os atacará.
Soy hija de la madre
naturaleza, soy hija de la madre tierra, soy hija de la cabrona asesina en
serie más grande del mundo. No tiene debilidad, no tiene remordimientos, no sufre
por vosotros y jamás será sentenciada, nadie la podrá detener y nadie podrá
luchar contra la que se os avecina. Rezar si es que sabéis, suplicar por
vuestra vida si es que tenéis a alguien que os pueda escuchar, porque ella no
tiene ojos, no tiene oídos y no tiene labios, solo tubo amor en un pasado muy
lejano que ya ha expiado, como pronto pasará con vosotros, humanos insolentes,
repelentes, egoístas, misma carroña que se junta como roña dentro de vuestras
uñas. Ella os amparó, os dio aquello que necesitáis para vivir, oxígeno, frio,
calor, alimento, tierra donde cultivar, agua para beber y lecho para dormir
bajo sus brazos y al amparo de las estrellas. Os lo dio todo, os lo regaló…
Pero nadie ha sabido agradecérselo, nadie lo ha cuidado, nadie lo ha amado,
solo lo habéis destruido, mientras, ella ha contemplado desde todos los puntos
de este mundo como la habéis tratado.
Vuestra sentencia está
hecha.
Soy hija de la naturaleza,
soy hija de la madre tierra, soy hija de la misma asesina que terminará con
todo lo que ella misma creo y con ello, con cada uno de vosotros.
Prepararos, la tierra
temblará, los océanos se levantaran, los Polos se congelaran, el aire os
azotará con violencia, los volcanes erupcionarán al tono de tambores, el frio
os congelara al mismo tiempo que el calor os quemará intensamente y el rojo
bañará estas muertas tierras.
Viene el final con música
tronadora y luces celestiales, con explosiones brillantes que dibujaran en un
cielo negro y apagado vuestros propios espectros. No corras, no hay lugar que
no sufrirá su ira y no hay lugar en el cual puedas esconderte.
Es el final, solo os queda
que despediros de todo y alzar la barbilla y aceptarlo. Mi madre va a por
vosotros, humanos.
P.D. Si no quieres que esto se
cumpla cuida la naturaleza. Ella nos ha cuidado a nosotros toda nuestra vida.
Anónima
No hay comentarios:
Publicar un comentario